Infieles

¿Cuál es la frecuencia ideal para mantener relaciones sexuales?

Fuente: minutouno.com.ar
La Lic. Diana M. Resnicoff habla sobre los mitos y verdades sobre la cantidad perfecta de encuentros que debería tener la pareja.

Preguntas como "¿es normal nuestra frecuencia sexual?", "¿se supone que varía durante el transcurso de los años?" o expresiones como "al principio era diferente", escucho a diario en mi consultorio. Pero, ¿las encuestas realmente describen lo que sucede? Y, por otro lado, ¿una pareja debe guiarse por lo que hacen los demás o por sus deseos y las características de su vínculo?

En realidad la frecuencia sexual es algo por lo que se muestran más preocupados los hombres que las mujeres, atentos por la cantidad mucho más que por la calidad. Muchas parejas se preocupan por la frecuencia de relaciones sexuales que mantienen, tratando de equiparar su intimidad con lo considerado “normal” para no sentirse fuera de carrera.

En verdad, no podemos hablar de una normalidad en cuanto a frecuencia sexual, en primer lugar porque el término normal remite a un concepto estadístico y por otro lado, la regularidad con la que una pareja haga el amor dependerá de lo que ambos sientan o quieran y también de lo que crean que es lo suficiente y satisfactorio para ellos.

Lo que sí señalan las estadísticas, es que la frecuencia sexual depende de la edad y de los años de matrimonio, pero también de las situaciones por las que atraviesan los individuos y la relación de pareja. Al principio, las relaciones son diarias. Luego bajan a unas tres veces por semana, para promediarse en dos veces por semana, disminuyendo a cada quince días o una vez al mes en etapas posteriores. Estas no son más que cifras generales, propias de un perfil estadístico más o menos consistente en la frecuencia de los encuentros sexuales en la población sexualmente activa, pero nada dicen de la calidad y del grado de satisfacción que tales encuentros suponen. Otras investigaciones arrojan un dato interesante: un número significativo de parejas, con el paso de los años, disminuyen la frecuencia sexual pero aumentan la sensación de satisfacción en cada encuentro.

Tampoco hay que creer el mito de que cuantas más relaciones sexuales se tengan, la pareja se quiere o se necesita más. Incluso hay parejas que disfrutan de sus encuentros sexuales tanto como de conversaciones, de ver una buena película, de idas a conciertos, cines o teatros o de otras actividades.
Realmente no existe una cantidad específica de relaciones sexuales que una pareja tenga que sostener para funcionar adecuadamente. Hay parejas que sostienes relaciones sexuales con mucha regularidad y llevan una vida matrimonial cruel, mientras que otras son felices en sus matrimonios y sostienen relaciones una vez al mes.

Es evidente que cada pareja establece sus propios patrones con respecto a la frecuencia de sus encuentros sexuales. Cuando surgen conflictos de frecuencia (una de las dos personas desea tener relaciones más o menos frecuentemente que la otra), la relación de pareja puede verse afectada. En estos casos es imprescindible que se trabaje la comunicación sexual abierta y honesta, que se evalúen los motivos por los que existe el cambio en el deseo, las alternativas de satisfacción que uno u otro tiene, y que se fomente la intimidad emocional de la pareja independientemente del aspecto sexual.

Pero hay algo cierto que puede hacer que una pareja disminuya la frecuencia de sus relaciones y es el caer en la monotonía, haciendo que en vez de que una relación sea divertida y apasionada, se llegue a convertir en algo tedioso. Para esto la solución es usar al máximo la imaginación en cada encuentro: adoptar diferentes posiciones, hacer el amor en otros lugares que no sean la cama, y que hacen que suba la adrenalina, (en la parte trasera del auto, en la cocina, la bañera, o en algún hotel). Pueden también recurrir a cualquier jueguito que se les ocurra o a los muy estimulantes comestibles en todo el cuerpo.

Creo que hay que desterrar mitos y conversar sobre lo que cada uno desea y no desea realizar con el otro. Es más importante, a mi entender, la satisfacción que se halla en la experiencia sexual que la cantidad de veces que mantenemos sexo. No se trata de centralizar el problema en torno al número de relaciones que se tienen por semana, sino lo que esas relaciones significan en términos de placer y satisfacción.

Lic. Diana M. Resnicoff
Psicóloga clínica. Sexóloga clínica.
TE: (54-11)4831-2910
E-mail: dresni@gmail.com
Página Web: www.e-sexualidad.com

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