Clases de apoyo
Un grupo de alumnos de la Universidad donde ella dictaba clases la buscaron, la encontraron y le pidieron quedarse después de clases para que les explicara unos temas. La profesora aceptó gustosa, sin saber que aquellos cuatro alumnos tenían otras intenciones. Aún dándose cuenta de la situación, se dejó atrapar por las fantasías sexuales que hacía tiempo rondaban en su cabeza y por su extrema excitación.
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