Infieles

Mi mujer y su primer anal
En cada uno de sus encuentros sexuales, él aprovechaba ciertas posiciones para meter un dedo en la cola de su esposa y jugar un poco. Cuando aquél dedo comenzó a ingresar facilmente, juguetes de un mayor tamaño comenzaron a ocupar su lugar. Hasta que aquella noche no aguantó la excitación, empujó su pene en la entrada y no se detuvo hasta verlo desaparecer.

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