Fuente: elpopular.pe
Al parecer las mujeres tenemos más adiciones de las que se conocen. Según el doctor Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo argentino, dice que los deseos intensos y frecuentes no es sinónimo de adicción al sexo. “Todos solemos reconocer cuándo estamos más dispuestos a los contactos eróticos, hasta es posible determinar qué tipo de estímulos incrementan el deseo”, explicó el especialista.
Hablar de adicción al sexo es una cosa muy diferente. “El deseo se mezcla con el impulso, placer, ansiedad, tentación y el. Es un comportamiento irrefrenable, repetitivo, con culpa y sensación de vacío una vez que se ha conseguido bajar la tensión sexual”, refirió Ghedin y según reveló la web Informe21.com.
Al parecer, el pilar de las adicciones sexuales femeninas está relacionado con la hipersexualidad. Es decir, las mujeres que la padecen no la reconocen en el momento y que debe llevar un tratamiento adecuado.
Entre las que se conocen están:
1. La Ninfomanía: Este es un deseo agresivo e insaciable que, de acuerdo lo que dicen los doctores, supone una dependencia que no cesa, a pesar de que se realice el acto sexual de forma habitual o se consuma material pornográfico. Aunque todavía no sean definido bien los limites de este padecimiento, se dice que la ninfomanía es cuando “el sexo domina el pensamiento del individuo”.
2. Sexo con extraños: Practicarlo con personas que no conoces de tal manera que se puede exponer a enfermedades de transmisión sexual, estas conductas son de alto riesgo.
3. Pornografía: Si bien el consumo de este material visual no es del todo raro, es algo excesivo y llega a hacer peligroso cuando se ve películas o videos porno a cada momento. El hacer llamadas a líneas eróticas de forma que te acabas el saldo telefónico.
4. Juguetes eróticos: El tener este tipo de accesorios no es un problema, el riesgo es que la mujer prefiera usar estos para la intimidad que un pene verdadero, y para masturbarse en cualquier lugar y a toda hora.
5. Tipos de sexo: El practicar varias posiciones sexuales no es malo, pero cuando a esto le agregas la práctica del masoquismo, dominación o la sumisión puede que la persona que está tomando esa pueda ver un cambio en su actitud ante la vida diaria. Todo es bueno de a poco, en exceso puede terminar afectando tu vida y relaciones personales.
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