Fuente: lavanguardia.com
Insistieron con continuar con su actividad pese a la acumulación de público, cámaras y la advertencia policial.
ESPAÑA, Barcelona - Lo que eufemísticamente se llama actividad conyugal no admite de demoras. Eso debió pensar una pareja de Oviedo que, en la madrugada del pasado sábado al domingo, buscó refugio en un cajero de la capital asturiana para dar rienda suelta a su pasión. Y tal vez fuera la hora, la noche o el deseo, pero ambos olvidaron que se trataba de un cajero, y no de su propia casa. Porque los grandes ventanales y la perfecta iluminación del recinto convirtieron su intimidad en un escaparate, explica La Nueva España.
La pareja no fue demasiado discreta: por el suelo del cajero dejaron distribuida su ropa, a excepción de los calcetines, que prefirieron no quitarse. Y si la historia se conoce con tanto detalle es porque no sólo congregaron a cierta cantidad de público en torno al cajero, sino que –la noche, y seguramente el alcohol- empezaron a verse retratados con cámaras. De teléfonos móviles. Y con conexión a Internet. Al cabo de poco tiempo, lo que pretendían que fuese una actividad íntima estaba colgada en las redes sociales.
La Nueva España añade más detalles a la historia. Al parecer, el revuelo generado por la situación llamó la atención de la Policía Nacional. Un agente quiso llamar la atención de la pareja golpeando la puerta del cajero. Lo único que logró fue llamar lo suficiente su atención como para que cambiaran de postura. En ese punto, se escucharon vítores.
Finalmente, la autoridad se impuso y la pareja se dio por aludida, se vistió y salió del cajero. De momento no se les han abierto diligencias. Los agentes tomaron los datos de la pareja, que no han trascendido. No sucedió lo mismo con las imágenes de acontecimiento, principalmente vía Twitter, y acompañados de comentarios de todo pelaje.
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