Las claves para una vida sexual saludable
Fuente: primerahora.com
No hace falta que los terapeutas sexuales confirmen lo que ya todos saben: el sexo satisfactorio es divertido, placentero y hasta espectacular en ocasiones. Además, según confirman estudios científicos de punta, las relaciones íntimas son una de las prácticas más saludables para el cuerpo y las emociones. Entre sus muchas bondades figuran la quema de calorías, los beneficios al corazón, el fortalecimiento del sistema inmunológico y la reducción de los niveles de estrés.
Para sacarles partido a cada una de estas ventajas, sin embargo, resulta indispensable vivir una sexualidad sana, plena y -ante todo- responsable. La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) define y resalta la importancia de practicar la “sexualidad sana”, un concepto que integra “ el amor (propio y mutuo), el respeto, la consideración y la confianza”. Estos factores constituyen, sin duda, la raíz de una vida sexual constructiva, sin culpa ni remordimientos.
La intimidad ideal
La sexóloga Luisi Marini explica que las buenas relaciones de pareja están basadas invariablemente en la comunicación y la negociación entre las partes. “Decir lo que pienso, lo que deseo y lo que necesito sin miedo alguno”, señala la especialista, nos acerca al otro y ayuda a que se fortalezca el vínculo emocional. Se trata de expresar los gustos, fantasías y necesidades en aras de una relación más íntima.
“Si crecemos en intimidad emocional, entonces vamos a poder tener intimidad física”, asegura la Dra. Marini. “Pero la base debe ser madurar en el amor, resolviendo los conflictos y superando las crisis”, agrega.
Además de la comunicación de pareja, otra de las claves para llevar una sexualidad sana es informarse. De acuerdo con la también sexóloga Alicia Fernández, cada persona tiene la responsabilidad de conocer los aspectos básicos de su sexualidad para poder “tomar decisiones adecuadas basadas en los hechos”. Estos conocimientos serán esenciales para evitar enfermedades de transmisión sexual, aprender sobre los métodos para regular la fecundidad e, inclusive, reconocer mitos y falacias comunes, entre otras ventajas.
“Para que la sexualidad sea vivida de forma responsable, gratificante, constructiva, autónoma y saludable, no debe ser reprimida, (pero) tampoco debe caer en el libertinaje”, detalla la Dra. Fernández. “Debe ser humanista, basada en conocimientos, actitudes y prácticas para poder desarrollar una inteligencia sexual adecuada”, subraya la experta, quien preside la Asociación Puertorriqueña de Educación, Consejería y Terapia Sexual de Puerto Rico.
Pasos para la plenitud sexual
Los comportamientos y las actitudes de un adulto sexualmente sano son varias, y es importante que todos los conozcamos. A continuación, las doctoras Luisi Marini y Alicia Fernández, especialistas en sexualidad, enumeran los más importantes para lograr una intimidad no sólo chispeante, sino también respetuosa y segura.
1. Explorar nuevas prácticas sexuales En los encuentros íntimos, los sexólogos recomiendan experimentar y “descubrir nuevas maneras de amarnos implementando rituales amorosos”, indica la Dra. Marini. Ya sea con masajes sensuales, comidas afrodisíacas o dándoles rienda suelta a las fantasías más ocultas, la idea es evitar caer en la monotonía y en el aburrimiento sexual. Para esto, la especialista aconseja tener relaciones “en un ambiente que active todos los sentidos para experimentar el placer, el gozo y el éxtasis a través de nuestros cuerpos”.
2. Cuidar la salud Es vital evitar contraer o transmitir infecciones de transmisión sexual, como el sida, la sífilis y la clamidia. No obstante, para practicar una sexualidad verdaderamente segura, no sólo es necesario conocer las distintas estrategias de protección y anticonceptivas. Como señala la Dra. Fernández, también es preciso “practicar comportamientos que promuevan la salud, tales como reconocimientos médicos regulares, autoexámenes de los senos o los testículos, e identificación oportuna de posibles problemas”.
3. Valorar la autoestima Para una sexualidad satisfactoria, es importante tener amor propio, una sana autoimagen (apreciar el cuerpo), así como un sentido de confianza y autorrespeto. La Dra. Fernández apunta que cada persona debe, asimismo, tener la “capacidad para construir una visión de futuro y lograr un proyecto de vida”.
4. Respetar los valores y principios En el plano íntimo, al igual que en otros ámbitos de la vida, es fundamental identificarse y seguir nuestros valores. “No se deben practicar conductas sexuales que vayan en contra de mis propios conceptos y criterios de lo que es aceptable para mí”, resalta en este punto la sexóloga Marini. Otra regla básica en la intimidad es evitar toda relación basada en la explotación y la manipulación.
5. Hacer de la sexualidad una prioridad Aunque en el diario vivir tengan mil complicaciones, obligaciones y exigencias, las parejas tienen que ponerles prioridad a sus encuentros íntimos sobre otras tareas. “La rutina y el cansancio acaban con el deseo, así que no es recomendable envolverse en tantas actividades que no dejen tiempo ni privacidad para entregarse sexualmente”, observa la Dra. Marini. Por su parte, la sexóloga Fernández aconseja disfrutar -y expresar- la sexualidad durante el transcurso de la vida adulta.
Enemigos de la sexualidad:
1. Inestabilidad emocional (incluidos problemas de depresión y ansiedad).
2. Falta de información veraz sobre la sexualidad.
3. Pobreza de autoestima.
4. Problemas en la excitación.
5. Falta de deseo sexual, en ocasiones por problemas de pareja.
6. Mala comunicación.
7. Problemas físicos a causa de sustancias tóxicas (drogas, alcohol, tabaco, etcétera).
8. Acumulación de coraje y resentimientos.
9. Cuando la sexualidad es fuente de insatisfacción, frustración, problemas y malestares.
10. Patologías y manifestaciones inadecuadas de la sexualidad (adicciones y parafilias, por ejemplo).
11. Violaciones o experiencias negativas, como el acoso sexual.
No hace falta que los terapeutas sexuales confirmen lo que ya todos saben: el sexo satisfactorio es divertido, placentero y hasta espectacular en ocasiones. Además, según confirman estudios científicos de punta, las relaciones íntimas son una de las prácticas más saludables para el cuerpo y las emociones. Entre sus muchas bondades figuran la quema de calorías, los beneficios al corazón, el fortalecimiento del sistema inmunológico y la reducción de los niveles de estrés.
Para sacarles partido a cada una de estas ventajas, sin embargo, resulta indispensable vivir una sexualidad sana, plena y -ante todo- responsable. La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) define y resalta la importancia de practicar la “sexualidad sana”, un concepto que integra “ el amor (propio y mutuo), el respeto, la consideración y la confianza”. Estos factores constituyen, sin duda, la raíz de una vida sexual constructiva, sin culpa ni remordimientos.
La intimidad ideal
La sexóloga Luisi Marini explica que las buenas relaciones de pareja están basadas invariablemente en la comunicación y la negociación entre las partes. “Decir lo que pienso, lo que deseo y lo que necesito sin miedo alguno”, señala la especialista, nos acerca al otro y ayuda a que se fortalezca el vínculo emocional. Se trata de expresar los gustos, fantasías y necesidades en aras de una relación más íntima.
“Si crecemos en intimidad emocional, entonces vamos a poder tener intimidad física”, asegura la Dra. Marini. “Pero la base debe ser madurar en el amor, resolviendo los conflictos y superando las crisis”, agrega.
Además de la comunicación de pareja, otra de las claves para llevar una sexualidad sana es informarse. De acuerdo con la también sexóloga Alicia Fernández, cada persona tiene la responsabilidad de conocer los aspectos básicos de su sexualidad para poder “tomar decisiones adecuadas basadas en los hechos”. Estos conocimientos serán esenciales para evitar enfermedades de transmisión sexual, aprender sobre los métodos para regular la fecundidad e, inclusive, reconocer mitos y falacias comunes, entre otras ventajas.
“Para que la sexualidad sea vivida de forma responsable, gratificante, constructiva, autónoma y saludable, no debe ser reprimida, (pero) tampoco debe caer en el libertinaje”, detalla la Dra. Fernández. “Debe ser humanista, basada en conocimientos, actitudes y prácticas para poder desarrollar una inteligencia sexual adecuada”, subraya la experta, quien preside la Asociación Puertorriqueña de Educación, Consejería y Terapia Sexual de Puerto Rico.
Pasos para la plenitud sexual
Los comportamientos y las actitudes de un adulto sexualmente sano son varias, y es importante que todos los conozcamos. A continuación, las doctoras Luisi Marini y Alicia Fernández, especialistas en sexualidad, enumeran los más importantes para lograr una intimidad no sólo chispeante, sino también respetuosa y segura.
1. Explorar nuevas prácticas sexuales En los encuentros íntimos, los sexólogos recomiendan experimentar y “descubrir nuevas maneras de amarnos implementando rituales amorosos”, indica la Dra. Marini. Ya sea con masajes sensuales, comidas afrodisíacas o dándoles rienda suelta a las fantasías más ocultas, la idea es evitar caer en la monotonía y en el aburrimiento sexual. Para esto, la especialista aconseja tener relaciones “en un ambiente que active todos los sentidos para experimentar el placer, el gozo y el éxtasis a través de nuestros cuerpos”.
2. Cuidar la salud Es vital evitar contraer o transmitir infecciones de transmisión sexual, como el sida, la sífilis y la clamidia. No obstante, para practicar una sexualidad verdaderamente segura, no sólo es necesario conocer las distintas estrategias de protección y anticonceptivas. Como señala la Dra. Fernández, también es preciso “practicar comportamientos que promuevan la salud, tales como reconocimientos médicos regulares, autoexámenes de los senos o los testículos, e identificación oportuna de posibles problemas”.
3. Valorar la autoestima Para una sexualidad satisfactoria, es importante tener amor propio, una sana autoimagen (apreciar el cuerpo), así como un sentido de confianza y autorrespeto. La Dra. Fernández apunta que cada persona debe, asimismo, tener la “capacidad para construir una visión de futuro y lograr un proyecto de vida”.
4. Respetar los valores y principios En el plano íntimo, al igual que en otros ámbitos de la vida, es fundamental identificarse y seguir nuestros valores. “No se deben practicar conductas sexuales que vayan en contra de mis propios conceptos y criterios de lo que es aceptable para mí”, resalta en este punto la sexóloga Marini. Otra regla básica en la intimidad es evitar toda relación basada en la explotación y la manipulación.
5. Hacer de la sexualidad una prioridad Aunque en el diario vivir tengan mil complicaciones, obligaciones y exigencias, las parejas tienen que ponerles prioridad a sus encuentros íntimos sobre otras tareas. “La rutina y el cansancio acaban con el deseo, así que no es recomendable envolverse en tantas actividades que no dejen tiempo ni privacidad para entregarse sexualmente”, observa la Dra. Marini. Por su parte, la sexóloga Fernández aconseja disfrutar -y expresar- la sexualidad durante el transcurso de la vida adulta.
Enemigos de la sexualidad:
1. Inestabilidad emocional (incluidos problemas de depresión y ansiedad).
2. Falta de información veraz sobre la sexualidad.
3. Pobreza de autoestima.
4. Problemas en la excitación.
5. Falta de deseo sexual, en ocasiones por problemas de pareja.
6. Mala comunicación.
7. Problemas físicos a causa de sustancias tóxicas (drogas, alcohol, tabaco, etcétera).
8. Acumulación de coraje y resentimientos.
9. Cuando la sexualidad es fuente de insatisfacción, frustración, problemas y malestares.
10. Patologías y manifestaciones inadecuadas de la sexualidad (adicciones y parafilias, por ejemplo).
11. Violaciones o experiencias negativas, como el acoso sexual.
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