¿Es posible serle fiel a una pareja durante toda la vida?
Fuente: clarin.com
La seguidilla de affaires célebres, de Tiger Woods a las altas esferas del poder irlandés y del fútbol inglés, actualizan la discusión sobre el tema.
Cada mes parece traer un nuevo escándalo sexual. Después de la interminable lista de mujeres que afirman haber tenido un affaire con Tiger Woods, surgió la historia del affaire de la esposa del primer ministro irlandés, Iris Robinson. Y antes de que se calmara ese revuelo, el capitán de la selección inglesa de fútbol, John Terry, la reemplazó en los titulares al no lograr evitar que se revelaran los detalles de su presunta aventura. Ahora, ante semejante seguidilla, la pregunta es: ¿La monogamia es realista?
Una encuesta de Gallup determinó que los estadounidenses toleraban más la poligamia y la clonación humana que la infidelidad. A medida que nuestra cultura se sexualiza y que hay muchas experiencias sexuales reales o virtuales a tan sólo un golpe de mouse (un estudio reciente estima que la quinta parte de los usuarios de Internet realiza algún tipo de búsqueda sexual), la gente parece volverse más pacata.
Según el estudio que se lea, entre 25 y 65% de los hombres casados, y entre 15% y 50% de las mujeres casadas, han tenido aventuras. Una pequeña cantidad de parejas disfruta de relaciones sexuales abiertas, pero se muestran renuentes a hablar de sus actividades hasta con sus amigos más íntimos.
"Se supone que el buen sexo mantiene unido a un matrimonio, pero en toda relación hay momentos de dificultades sexuales", explica la especialista Kate Figes, autora del libro "La verdad de la pareja".
La confusión respecto de lo que en verdad constituye una infidelidad no ayuda a la hora de entender dónde están los límites del puritanismo sexual moderno. ¿La infidelidad puede ser emocional además de física? ¿Consiste sólo en una relación penetrativa completa o el flirteo erótico online también cuenta? ¿Es infidelidad cuando nos gusta alguien en la calle? Es como si para muchos hubiera un constante problema interno de conciencia en el que la tentación debe resistirse y la fidelidad funciona como prueba.
"Tal vez eso explique en parte la condena que enfrentan las personas famosas cuando fracasan de forma tan espectacular. Los que se sienten culpables de faltas sexuales condenan a otros para confirmar que, quizás, después de todo no seamos tan malos. Los que no cayeron en la tentación condenan porque se sienten superiores. Los personales famosos como Woods y Terry pueden tener éxito y dinero, nos decimos para tranquilizarnos, pero no pueden enamorarse de verdad como nosotros que respetamos nuestro matrimonio", agrega Figs.
Muchas parejas nunca le cuentan a nadie cuando alguno de los dos tuvo una aventura extramatrimonial. ¿Eso se debe simplemente a que eso los perjudica a ambos? "La única forma en que una relación puede funcionar en esta época de obsesión por el sexo es teniendo conciencia de que nunca hay que dar al otro por descontado. No puede esperarse monogamia y fidelidad por parte de otra persona como si fuera un derecho. Es un regalo que un ser humano maduro le hace a otro porque se valoran tanto los sentimientos que no se los quiere lastimar", cierra Figes.
La seguidilla de affaires célebres, de Tiger Woods a las altas esferas del poder irlandés y del fútbol inglés, actualizan la discusión sobre el tema.
Cada mes parece traer un nuevo escándalo sexual. Después de la interminable lista de mujeres que afirman haber tenido un affaire con Tiger Woods, surgió la historia del affaire de la esposa del primer ministro irlandés, Iris Robinson. Y antes de que se calmara ese revuelo, el capitán de la selección inglesa de fútbol, John Terry, la reemplazó en los titulares al no lograr evitar que se revelaran los detalles de su presunta aventura. Ahora, ante semejante seguidilla, la pregunta es: ¿La monogamia es realista?
Una encuesta de Gallup determinó que los estadounidenses toleraban más la poligamia y la clonación humana que la infidelidad. A medida que nuestra cultura se sexualiza y que hay muchas experiencias sexuales reales o virtuales a tan sólo un golpe de mouse (un estudio reciente estima que la quinta parte de los usuarios de Internet realiza algún tipo de búsqueda sexual), la gente parece volverse más pacata.
Según el estudio que se lea, entre 25 y 65% de los hombres casados, y entre 15% y 50% de las mujeres casadas, han tenido aventuras. Una pequeña cantidad de parejas disfruta de relaciones sexuales abiertas, pero se muestran renuentes a hablar de sus actividades hasta con sus amigos más íntimos.
"Se supone que el buen sexo mantiene unido a un matrimonio, pero en toda relación hay momentos de dificultades sexuales", explica la especialista Kate Figes, autora del libro "La verdad de la pareja".
La confusión respecto de lo que en verdad constituye una infidelidad no ayuda a la hora de entender dónde están los límites del puritanismo sexual moderno. ¿La infidelidad puede ser emocional además de física? ¿Consiste sólo en una relación penetrativa completa o el flirteo erótico online también cuenta? ¿Es infidelidad cuando nos gusta alguien en la calle? Es como si para muchos hubiera un constante problema interno de conciencia en el que la tentación debe resistirse y la fidelidad funciona como prueba.
"Tal vez eso explique en parte la condena que enfrentan las personas famosas cuando fracasan de forma tan espectacular. Los que se sienten culpables de faltas sexuales condenan a otros para confirmar que, quizás, después de todo no seamos tan malos. Los que no cayeron en la tentación condenan porque se sienten superiores. Los personales famosos como Woods y Terry pueden tener éxito y dinero, nos decimos para tranquilizarnos, pero no pueden enamorarse de verdad como nosotros que respetamos nuestro matrimonio", agrega Figs.
Muchas parejas nunca le cuentan a nadie cuando alguno de los dos tuvo una aventura extramatrimonial. ¿Eso se debe simplemente a que eso los perjudica a ambos? "La única forma en que una relación puede funcionar en esta época de obsesión por el sexo es teniendo conciencia de que nunca hay que dar al otro por descontado. No puede esperarse monogamia y fidelidad por parte de otra persona como si fuera un derecho. Es un regalo que un ser humano maduro le hace a otro porque se valoran tanto los sentimientos que no se los quiere lastimar", cierra Figes.
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