El sexo oral incita a otras prácticas sexuales entre adolescentes, según estudio
Fuente: informe21.com
El sexo oral suele ser el precursor para que los adolescentes mantengan una relación con coito, según un nuevo estudio publicado en los Archivos de Pediatría y Medicina Adolescente en EEUU. El estudio registró las respuestas de 600 estudiantes de bachiller en California, que reportaron sus experiencias sexuales a través de dos encuestas al año, desde el primer curso de secundaria (aproximadamente a los 14 años), en 2002, hasta el tercero (con 16 años, en promedio), en 2005.
Según las preguntas realizadas en el estudio, y en el lapso de seis meses entre un cuestionario y otro, los investigadores llegaron a la conclusión de que la mayoría de los adolescentes tienen sus primeras experiencias de sexo oral y penetración vaginal durante el mismo periodo de seis meses.
No pudieron definir cuál de las dos experiencias ocurría primero, pero descubrieron que, entre los adolescentes que sólo habían tenido uno de los dos tipos de sexo en ese periodo, el sexo oral solía ocurrir antes que el sexo vaginal.
Además, mantener sexo oral una vez aumentaba las posibilidades de que hubiera una cópula. Específicamente, si lo experimentaban al final del primer grado de preparatoria, la posibilidad de una relación sexual vaginal en el mismo periodo aumentaba en un 25%, y en un 50% las posibilidades de tener un coito en su tercer año de preparatoria. Los resultados del estudio no variaron por cuestiones raciales, étnicas o de género.
El objetivo del estudio fue establecer la relación entre el sexo oral y vaginal, y descubrir si los adolescentes empleaban el primero como un medio para retrasar la penetración. Los resultados demostraron que la mayoría de los adolescentes no considera que el sexo oral sea realmente sexo.
"No se habla de los riesgos inherentes del sexo oral", dijo Bonnie Halpern-Felsher, autora del estudio y profesora de pediatría en la Universidad de California San Francisco.
"Los adolescentes creen que el sexo oral es menos riesgoso (que el sexo vaginal) y tienen razón: no está exento de riesgo, pero éste es menor. Pero social y emocionalmente, sigue siendo una forma de intimidad", aclaró.
Halpern-Felsher cree que los adolescentes son más propensos a iniciar el sexo oral y vaginal durante los primeros dos años de preparatoria. Ella recomienda a los padres preocupados que hablen con los adolescentes sobre todo tipo de relaciones y que no se concentren solamente en los riesgos asociados al sexo vaginal.
"Tenemos una desventaja como profesionales de la salud y como padres cuando los adolescentes no consideran que el sexo oral sea sexo", dijo Halpern-Felher. "Creen que las advertencias no aplican para ellos y necesitamos que reciban el mensaje de forma adecuada. Necesitamos hablar con ellos sobre sexo oral".
El sexo oral suele ser el precursor para que los adolescentes mantengan una relación con coito, según un nuevo estudio publicado en los Archivos de Pediatría y Medicina Adolescente en EEUU. El estudio registró las respuestas de 600 estudiantes de bachiller en California, que reportaron sus experiencias sexuales a través de dos encuestas al año, desde el primer curso de secundaria (aproximadamente a los 14 años), en 2002, hasta el tercero (con 16 años, en promedio), en 2005.
Según las preguntas realizadas en el estudio, y en el lapso de seis meses entre un cuestionario y otro, los investigadores llegaron a la conclusión de que la mayoría de los adolescentes tienen sus primeras experiencias de sexo oral y penetración vaginal durante el mismo periodo de seis meses.
No pudieron definir cuál de las dos experiencias ocurría primero, pero descubrieron que, entre los adolescentes que sólo habían tenido uno de los dos tipos de sexo en ese periodo, el sexo oral solía ocurrir antes que el sexo vaginal.
Además, mantener sexo oral una vez aumentaba las posibilidades de que hubiera una cópula. Específicamente, si lo experimentaban al final del primer grado de preparatoria, la posibilidad de una relación sexual vaginal en el mismo periodo aumentaba en un 25%, y en un 50% las posibilidades de tener un coito en su tercer año de preparatoria. Los resultados del estudio no variaron por cuestiones raciales, étnicas o de género.
El objetivo del estudio fue establecer la relación entre el sexo oral y vaginal, y descubrir si los adolescentes empleaban el primero como un medio para retrasar la penetración. Los resultados demostraron que la mayoría de los adolescentes no considera que el sexo oral sea realmente sexo.
"No se habla de los riesgos inherentes del sexo oral", dijo Bonnie Halpern-Felsher, autora del estudio y profesora de pediatría en la Universidad de California San Francisco.
"Los adolescentes creen que el sexo oral es menos riesgoso (que el sexo vaginal) y tienen razón: no está exento de riesgo, pero éste es menor. Pero social y emocionalmente, sigue siendo una forma de intimidad", aclaró.
Halpern-Felsher cree que los adolescentes son más propensos a iniciar el sexo oral y vaginal durante los primeros dos años de preparatoria. Ella recomienda a los padres preocupados que hablen con los adolescentes sobre todo tipo de relaciones y que no se concentren solamente en los riesgos asociados al sexo vaginal.
"Tenemos una desventaja como profesionales de la salud y como padres cuando los adolescentes no consideran que el sexo oral sea sexo", dijo Halpern-Felher. "Creen que las advertencias no aplican para ellos y necesitamos que reciban el mensaje de forma adecuada. Necesitamos hablar con ellos sobre sexo oral".
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