Otro caso de relación sexual entre un preso y su terapeuta en España
Fuente: lavanguardia.es
La Agrupación de Cuerpos de Administración de Instituciones Penitenciarias (ACAIP) ha denunciado un nuevo caso de posibles relaciones sexuales en prisión, en este caso entre un preso que califican como "peligroso" y su terapeuta, una estudiante de psicología en prácticas. Los hechos habrían ocurrido el pasado mes de julio en la prisión de Valdemoro (Madrid) y el sindicato añade que ayer este mismo interno --desde agosto en la cárcel de Estremera-- asestó una paliza a tres funcionarios que tuvieron que ser hospitalizados de urgencia.
"Una mañana del mes de julio, en el aula donde habían estado realizando terapia el interno JGG con la estudiante de psicología en practicas, aparecieron encima de la mesa del profesor toallitas de higiene íntima y unos envoltorios de preservativos en la papelera", denuncia el sindicato a través de un comunicado en el que apuntan a la dirección del centro por permitir a la estudiante de pedagogía que estaba realizando las prácticas de la carrera en el centro penitenciario a que comunicara los domingos por cristales con el interno, "después de estar los dos juntos durante la semana realizando la terapia".
Asimismo, censuran que "tampoco se entiende como el director del centro permitía al pedagogo del centro que sólo se ocupara de hacer terapia con este interno a pesar de haber 1300 internos en el centro".
"Pero la inspección penitenciaria y la secretaria general pretende pasar de puntillas por este caso a diferencia de lo sucedido en la prisión de Madrid 1 mujeres (Alcalá Meco)", donde presuntamente se dieron casos de relaciones sexuales con internas a cambio de privilegios en prisión. Aquellos hechos fueron investigados por el Departamento que dirige Mercedes Gallizo y actualmente hay un funcionario imputado por la Justicia que se enfrenta a nueve años y medio de cárcel por un presunto delito de abuso sexual y otro de actividades prohibidas.
"Brutal paliza"a tres funcionarios
En cuanto al caso del preso JGG, el sindicato advierte de que "tarde o temprano la tenía que liar" y, según Acaip, ayer propinó "una brutal paliza" a tres funcionarios que sufrieron "contusiones severas graves, con politraumatismo y heridas inciso contusas en la cabeza y en la cara". "Especialmente grave es la situación de uno de los trabajadores que presenta heridas abiertas en la cabeza y el tabique nasal roto", dice Acaip, que describe al agresor, como "un preso muy peligroso y que estaba camuflado en régimen de vida normal". Según la nota, los hechos se produjeron a las 14,00 horas de ayer cuando los funcionarios le comunicaron que debía comer en el comedor del centro y no en su celda como pretendía el agresor.
"El preso que es un experto conocedor de artes marciales se cruzó con los funcionarios en las escaleras y sin mediar palabra le dio dos puñetazos al primer funcionario y le quito el Walki Talki, que luego empleó para abrirle una enorme brecha en la cabeza a otro de los trabajadores del penal y romperle la cara y el tabique nasal a un tercero", describe el sindicato.
Sitúan el origen del problema en los casos de presos mal clasificados que están en segundo grado de tratamiento "cuando por su peligrosidad deberían estar clasificados en primer grado" y piden que esta clasificación la realice el personal de vigilancia y no "los psicólogos, educadores y demás profesionales de tratamiento, siguiendo las pautas que marcan desde la Secretaria General". JGG fue trasladado el pasado mes de agosto desde Valdemoro a Estremera después de que se le encontraran en su celda teléfonos móviles y comida perecedera no adquirida en el Establecimiento Penitenciario, la cual está prohibida por las normas de régimen interior.
"Pero lo más extraño de este caso es saber cómo el interno consiguió burlar los sistemas de seguridad de la prisión de Valdemoro para introducir pollos asados del Alcampo cereales fitnes y una ingente cantidad de artículos prohibidos", concluye la nota.
La Agrupación de Cuerpos de Administración de Instituciones Penitenciarias (ACAIP) ha denunciado un nuevo caso de posibles relaciones sexuales en prisión, en este caso entre un preso que califican como "peligroso" y su terapeuta, una estudiante de psicología en prácticas. Los hechos habrían ocurrido el pasado mes de julio en la prisión de Valdemoro (Madrid) y el sindicato añade que ayer este mismo interno --desde agosto en la cárcel de Estremera-- asestó una paliza a tres funcionarios que tuvieron que ser hospitalizados de urgencia.
"Una mañana del mes de julio, en el aula donde habían estado realizando terapia el interno JGG con la estudiante de psicología en practicas, aparecieron encima de la mesa del profesor toallitas de higiene íntima y unos envoltorios de preservativos en la papelera", denuncia el sindicato a través de un comunicado en el que apuntan a la dirección del centro por permitir a la estudiante de pedagogía que estaba realizando las prácticas de la carrera en el centro penitenciario a que comunicara los domingos por cristales con el interno, "después de estar los dos juntos durante la semana realizando la terapia".
Asimismo, censuran que "tampoco se entiende como el director del centro permitía al pedagogo del centro que sólo se ocupara de hacer terapia con este interno a pesar de haber 1300 internos en el centro".
"Pero la inspección penitenciaria y la secretaria general pretende pasar de puntillas por este caso a diferencia de lo sucedido en la prisión de Madrid 1 mujeres (Alcalá Meco)", donde presuntamente se dieron casos de relaciones sexuales con internas a cambio de privilegios en prisión. Aquellos hechos fueron investigados por el Departamento que dirige Mercedes Gallizo y actualmente hay un funcionario imputado por la Justicia que se enfrenta a nueve años y medio de cárcel por un presunto delito de abuso sexual y otro de actividades prohibidas.
"Brutal paliza"a tres funcionarios
En cuanto al caso del preso JGG, el sindicato advierte de que "tarde o temprano la tenía que liar" y, según Acaip, ayer propinó "una brutal paliza" a tres funcionarios que sufrieron "contusiones severas graves, con politraumatismo y heridas inciso contusas en la cabeza y en la cara". "Especialmente grave es la situación de uno de los trabajadores que presenta heridas abiertas en la cabeza y el tabique nasal roto", dice Acaip, que describe al agresor, como "un preso muy peligroso y que estaba camuflado en régimen de vida normal". Según la nota, los hechos se produjeron a las 14,00 horas de ayer cuando los funcionarios le comunicaron que debía comer en el comedor del centro y no en su celda como pretendía el agresor.
"El preso que es un experto conocedor de artes marciales se cruzó con los funcionarios en las escaleras y sin mediar palabra le dio dos puñetazos al primer funcionario y le quito el Walki Talki, que luego empleó para abrirle una enorme brecha en la cabeza a otro de los trabajadores del penal y romperle la cara y el tabique nasal a un tercero", describe el sindicato.
Sitúan el origen del problema en los casos de presos mal clasificados que están en segundo grado de tratamiento "cuando por su peligrosidad deberían estar clasificados en primer grado" y piden que esta clasificación la realice el personal de vigilancia y no "los psicólogos, educadores y demás profesionales de tratamiento, siguiendo las pautas que marcan desde la Secretaria General". JGG fue trasladado el pasado mes de agosto desde Valdemoro a Estremera después de que se le encontraran en su celda teléfonos móviles y comida perecedera no adquirida en el Establecimiento Penitenciario, la cual está prohibida por las normas de régimen interior.
"Pero lo más extraño de este caso es saber cómo el interno consiguió burlar los sistemas de seguridad de la prisión de Valdemoro para introducir pollos asados del Alcampo cereales fitnes y una ingente cantidad de artículos prohibidos", concluye la nota.
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