Infieles

Tarde de pesca
Ella aceptaba acompañarlo en sus eternas tardes de pesca, aceptaba tener que comer fiambres junto a un arroyo en medio de la nada, aceptaba que su baño quedara entre los pastizales y no tenga inodoro. Ella hacía mucho esfuerzo para pasar las tardes junto a él, porque sabía muy bien que sería muy bien recompensada.

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