Fantasías de atorranta
Cada insultó, cada tirón de pelo, cada nalgada que su marido le daba durante sus relaciones sexuales eran motivo suficiente para acercarla al orgasmo. Por eso ella siempre se vestía muy provocativa para esperarlo, porque sabía que él la trataría de puta, la lanzaría sobre la cama y la haría suya sin ninguna delicadeza.
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